sábado, 19 de noviembre de 2011

Ella, quien FUERA mi gran amor, se fue lejos. Si se QUEDARA, seríamos felices.



De vuelta de nuevo después de que se me olvidara la contraseña de mi propio blog... :$

¿Notaron que las dos oraciones a pesar de tener el mismo tiempo gramatical, tienen significados diferentes?
La primera nos remonta al indicativo y la segunda, condicional, al subjuntivo; ¿cómo es esto posible?

Veamos cómo formar los pluscuamperfectos de indicativo primero en latín y luego en las cuatro lenguas romances.
Escribiré sólo la primera persona del singular y utilizaré el verbo 'amar' y sus equivalentes para no poner solamente terminaciones

Latín 'amare': amaveram
Italiano: avevo amato
Francés: avais aimé
Portugués: 1. amara 2. tinha/havia amado
Español: 1. amara 2. había amado

Ahora a los imperfectos de subjuntivo (primera persona también)
Latín: amarem
Francés: aimasse
Italiano: amassi
Portugués: amasse
Español: amara/amase

Ahora vamos a la explicación
La primera oración en el título 'ella, quien fuera...' es un reflejo del antiguo pluscuamperfecto de indicativo de latín para expresar exactamente la misma idea que 'había amado',  recordemos que en latín los tiempos compuestos se formaban agregando una terminación a los verbos en lugar de usar verbos auxiliares como en las lenguas modernas. En portugués también podemos ver esta conservación del pluscuamperfecto 'ela, quem fora o meu amor...', cosa que en italiano y en francés no existe porque las formas terminadas en -eram, -eras, -erat, -eramus, -eratis, -erant desaparecieron por completo.
Cabe resaltar que ejemplos como el de la primera oración son más comunes en la lengua escrita que en la hablada, que suele usar ''había + participio'.

¿De dónde se originó el imperfecto de subjuntivo que ahora tenemos?
Volvamos a ver las formas:


Latín: amarem
Francés: aimasse
Italiano: amassi
Portugués: amasse
Español: amara/amase

Bien, ahora nuestro imperfecto de subjuntivo es una evolución del pluscuamperfecto de subjuntivo del latín 'amavisse', pero se perdió el marcador de pretérito -vi-, resultando en 'aimasse', 'amassi', 'amasse', 'amase'. En Francia y en Italia la forma 'amarem' de latín fue rápidamente reemplazada con 'aimasse' y 'amassi', mientras que en España y Portugal persistió durante un poco de tiempo hasta que se creó el futuro de subjuntivo en la península ibérica esp. 'amare, amares, amare, amáremos, amareis, amaren' y port. 'amar, amares, amar, amarmos, amareis, amarem' (no confundir las formas del futuro de subjuntivo con una falta de acentuación del futuro de indicativo, por favor), lo que originó que 'amase' 'amase, amara' tomaran su lugar.

Ahora, en español el imperfecto de subjuntivo terminado en -ara surgió del pluscuamperfecto de indicativo en latín 'amaveram' perdiendo su marca de perfecto '-v-' y adquiriendo un nuevo significado como el imperfecto de subjuntivo que ahora conocemos.

Pff, espero que la explicación no haya sido muy enredosa, pero traté de hacerla lo menos confusa posible.

¡Toy de vuelta!

miércoles, 19 de octubre de 2011

El lugar para los sentimientos y la razón: el corazón



Siempre que nos enamoramos, nosotros decimos ''te quiero con todo el corazón'' o si nos dejamos llevar por las emociones, es porque estamos ''pensando con el corazón''. Ahora veremos porqué nos expresamos así.

Chequemos nuestras cuatro palabras:
Español - corazón
Portugués - coração
Italiano - cuore
Francés - cœur

Empecemos por las que no nos causarían problema alguno
Italiano - cuore
Francés - cœur
Provienen del latín ''cor, cordis'' con el mismo significado, son cognados directos de ''heart'' en inglés, ''hart'' en holandés,  ''Herz'' en alemán, etcétera.

Español - corazón
Portugués - coração
Ahora lo interesante viene aquí. Nuestra palabra se compone en realidad de dos ''cor'' + ''razón'' porque en el latín que se hablaba en la península ibérica se creía que en el corazón reuníamos nuestros sentimientos y la razón. Si buscamos un poquito más, encontraremos que en latín ''cor'' también significaba ''mente'', lo que a lo mejor originó la confusión. 

Entonces, cuando dijeren que en el corazón se encuentran todas las emociones del ser humano, no están mal; el nombre del mismo órgano les dará la razón.

lunes, 17 de octubre de 2011

¿Hay frutas malas?



¿Una manzana puede provocar terror? Por más increíble que nos parezca, la longitud de vocales puede dar lugar a supersticiones y cambiar el nombre de algunas cosas sólo por miedo: la interesante historia de la palabra manzana.

Vamos a empezar con nuestras cuatro palabras:

Español - manzana
Portugués - maçã
Italiano - mela
Francés - pomme

En latín había distinción entre vocales largas y cortas (algo que en español se perdió) y por lo tanto era posible distinguir dos palabras por la duración de sus vocales.

Entonces, las palabras ''malum'' (malo) y ''mālum'' (manzana) eran fácilmente distinguibles en la Roma antigua, mas cuando se empezó a hablar latín vulgar, esta distinción se perdió ya que Latinum vulgare no tenía vocales cortas ni largas, sino semibreves, lo que ocasionó que a la ''mālum'' no fuera bien visto, digo, ¿a quién le gustaría comer una fruta que en su nombre te invocaba al mal? Sin embargo, nuestras lenguas romances utilizaron varias estrategias para prevenir este sentimiento de miedo que empezaba a rodear a la fruta:

Italiano - mela
El italiano lo que hizo fue simplemente cambiar la a larga por ''e'', así ya se podía distinguir ''mela'' de ''malo''. Nótese que ''mela'' aplica para la fruta y ''melo'' para el árbol.

Español - manzana
Portugués - maçã
El nombre es una evolución fonética de la palabra lt. vulgar ''mattiana'', que a su vez es una versión corta de la frase ''mala mattiana'' (manzana de Mattius), quien se cree fue el agrónomo que distribuyó este fruto en la Península Ibérica. 

Francés - pomme
Para evitar cualquier significado ambiguo, se designó la palabra en latín vulgar ''pomus'' en su forma plural ''poma'', cuyo significado era ''fruta'' (cualquiera en general) y después se le asignó este nombre al fruto redondo de color rojo.

Cabe destacar que en español tenemos la palabra ''poma'' con las dos significaciones, tanto ''manzana'' como  ''cualquier tipo de fruta'', pero no son muy usuales.

Así que ya saben, cuando comieren una manzanita verde, roja o amarilla, recuerden que le debemos en español el nombre a la persona que la trajo por primera vez a la Península Ibérica: Mattius con el único fin de que la creencia de que era un fruto malo se siguiera extendiendo.

sábado, 15 de octubre de 2011

Volo vs quaero...



La nueva entrada de hoy concierne a un verbo que usamos mucho en el habla cotidiana y nos sirve para expresar un deseo ante un vacío que tenemos o un amor enorme: querer


Analicemos primero nuestras palabras en las cuatro lenguas:
Español y portugués - querer
Italiano - volere
Francés - vouloir


Las formas en italiano y francés proceden directamente del latín ''velle'', cuyo significado es ''querer'', de hecho en estos dos idiomas sobreviven los equivalentes directos de ''querer''; it. ''chiedere'' y fr. ''quérir'', este último, un verbo en desuso. Sin embargo, lo interesante viene cuando nos vamos a la forma en español y portugués.


''Quaerere'' en latín significaba originalmente ''pedir''; significado que se conserva en italiano y francés; pero en español y portugués quaerere > querer se volvió mucho más común que velle (no pude encontrar una forma en español o portugués antiguos), lo que provocó que hubiera un cambio semántico y de ''pedir'' se volviera ''desear, apetecer, tener la voluntad de'' debido a la fuerza que se imprimía en la acción de pedir y aún mejor, tomó también la idea de ''amar'' debido a la idea de necesidad de tener a otra persona.


Cabe destacar que en español tenemos palabras derivadas de ''velle'' como voluntad y volición y en portugués vontade.


Otro dato interesante es que las palabras voluntad y volición son cognados directos de la palabra en inglés ''will'', que también significa voluntad.

Así que cuando dijeren ''te quiero mucho'', recuerden que nació primero como ''pedir'' y debido al uso se convirtió en ''desear'' y ahora es ''amar''...

jueves, 13 de octubre de 2011

Cuando abro la ventana, ¿entra el viento o la luz?



Una ventana nos parece algo tan común, pero en la época romana era algo tan complejo de describir, es por eso que nuestras cuatro lenguas usan varias palabras para describir este objeto por donde recibimos tanto luz como viento.


Francés - fenêtre
Italiano - finestra
Estas dos palabras proceden directamente del latín ''fenestra'', que significaba ''por donde entra la luz'', ya que al no haber sitios que iluminaran lo suficiente, sólo por la ''fenestra'' entraba la luz.


Español - ventana
La historia de ventana es un poco similar a fenestra en el sentido de que se creía que en lugar de entrar la luz entraba el viento. Ventana viene del latín ''ventus'' (viento). Cabe destacar que la palabra ''finiestra'' también existe en español, pero se encuentra en desuso total; también existe la palabra ''defenestrar'', que significa ''arrojar por la ventana'', pero no es muy común.


Portugués - janela
Como Portugal usualmente recibía las invenciones romanas prácticamente al último, se asignó la palabra ''janela'', que a su vez significa etimológicamente ''puerta pequeña''.
En portugués, al igual que en español, se conserva una descendiente de ''fenestra''; el verbo ''fenestrar'' que significa ''abrir las ventanas'', pero no es común tampoco.


Así que no olviden, si abrieren la ventana, entrará la luz, el viento o en peor de los casos, podremos defenestrar a alguien, jajaja.

¡Hola! Oi! Ciao! Salut!

He creado este blog con el único fin de entretenerme y aprender de las maravillosas lenguas romances, las cuales amo con toda mi alma.
En este blog pondré la historia de algunas palabras en varias lenguas romances y compararé por ejemplo, el que no se use una palabra en algún idioma o el porqué el significado es diferente. Sólo hablaré de español, portugués, francés e italiano, ya que son las lenguas de las que conozco.

Espero que fuere de su agrado.

Aclaro, todo el material se obtiene de sitios de internet o de libros; nada es mío.

¡Gracias!
Obrigado!
Grazie!
Merci!